Una de las preguntas que me más me hacen de forma recurrente es cómo elegir tipografía para una marca. ¿Cuál debo usar? ¿Cómo la tengo que combinar? ¿Cuántas elegir?
Pues bien, en este post voy a tratar de dar luz a todas estas cuestiones explicándote todo este lío de las tipografías de la manera más clara posible y desde el principio.
¿Qué es la tipografía?
He leído un montón de definiciones y me he tomado la licencia de hacer una macedonia con ellas y dejarte esta:
La tipografía es el arte y/o técnica que diseña la representación gráfica de las letras y las organiza de manera que permite el aprendizaje y el reconocimiento del lenguaje escrito.
En resumen, la disciplina que crea y organiza el conjunto de caracteres para que podamos escribir y leer.
Y, sobre todo, me gustaría aclarar que cuando nos referimos a este tema las llamamos tipografías o fuentes, pero nunca tipologías, ¿sí?
¿Cómo se organizan las tipografías o fuentes?
Cuando una persona comienza la tarea de escoger una tipografía se encuentra que en cualquier catálogo gratuito o de pago hay miles de ellas, pero con el dato que te voy a dar a continuación seguro que te vas a tranquilizar.
Existen solamente cuatro categorías de tipografías.
Es decir, que esas miles de fuentes que tienes a disposición están repartidas en tan solo cuatro grupos diferentes dependiendo de su morfología. Y esos grupos son:
Serifa
Sin serifa o palo seco
Manuscritas
Fantasía o decorativas
¡Vamos a conocer un poco más de cada una de ellas!
1. TIPOGRAFÍA CON SERIFA
Son aquellas tipografías que tienen remates en sus caracteres como si fueran pequeños “adornos” en su diseño.
Esos adornos se llaman serifas y, además, tienen un sentido práctico y es que ayudan a la lectura ya que esos remates sirven para hilar unos caracteres con otros.
Este tipo de fuente se utiliza cuando el mensaje que se quiere trasladar es clásico, formal, elegante, sofisticado, femenino en algunos casos…
Como ejemplos de este estilo tenemos: Times New Roman, Garamond, Baskerville, Palatino…
2. TIPOGRAFÍA SIN SERIFA O PALO SECO
Estas tipografías no tienen serifas. Se caracterizan porque acaban en líneas rectas como un “palo seco”, es decir, son fuentes cuyos caracteres no tienen remates.
Se utilizan para textos modernos, neutros, minimal, de impacto…
Encontramos ejemplos de este estilo en tipografías como la Arial, Quicksand, Futura, Gill Sans, Montserrat…
3. TIPOGRAFÍA MANUSCRITA
Se trata de tipografías que simulan la escritura a mano, como si fuera una caligrafía hecha por uno mismo.
Son usadas cuando se quiere transmitir personalidad, también se utilizan para expresar elegancia, lujo, tradición…
No son adecuadas para escribir párrafos y muchas de ellas no tienen todos los caracteres, como por ejemplo, tildes, ñ, ç…
Algunas tipografías manuscritas son: Brush Script, Zapfino, Kalam, Pacífico, Dancing Script…
4. TIPOGRAFÍA FANTASÍA O DECORATIVA
Son tipografías con más carácter, desenfadadas, como si estuvieran dibujadas creando formas. Llaman la atención, pero no son fuentes que tengan buena lectura y hay que tener cuidado cuándo, dónde y para qué se usan.
Se utilizan para textos cortos de dos o tres palabras, titulares, packaging, cosas muy concretas y con ellas expresas un sentido creativo, original, único…
Como ejemplos podemos encontrar: Herculanum, Chalkduster, Phosphate…
¿Qué es una familia tipográfica?
La gran mayoría de las tipografías cuenta con una familia.
Llamamos familia a todas aquellas tipografías que cuentan con unas características comunes en sus caracteres, pero que tienen diferencias respecto al grosor, anchura y dirección.
¿Qué tipografía elegir para mi marca?
No hay una norma ni una fórmula mágica.
Mi consejo es que te centres en una tipografía y su familia o como mucho dos tipografías.
Si escoges tener dos, la recomendación es que sean de categorías diferentes, siempre pensando en la lectura y en la legibilidad por encima del diseño.
Y, puestos a mojarme, si no tienes ni idea de tipografías y buscas una para tus redes sociales o cualquier otro tipo de comunicación, te diría que te centres en las Serifa y las sin serifa o palo seco porque son las que te aseguran la legibilidad de tus textos.
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